¿Qué pasa por la mente de un adolescente?

Durante la adolescencia, los jóvenes enfrentan un cambio significativo al darse cuenta de que el mundo no es tan perfecto como lo percibían en la infancia. Este despertar a una realidad más compleja y a menudo amenazante puede alterar su sentido de seguridad, creando sentimientos de inseguridad. Además de este cambio, los adolescentes también deben lidiar con importantes cuestiones personales como la orientación sexual y la planificación de su futuro académico y profesional; factores que pueden desencadenar ansiedad, depresión y, en casos severos, pensamientos suicidas.

📽 En el siguiente video, lo explicamos con más detalle 💙

Cómo apoyar a los adolescentes:

Respeta su tiempo y ofrece alternativas.
En lugar de juzgar su comportamiento, los adultos deben proporcionar espacios y actividades alineados con sus intereses, como ir al cine o salir a comer. Esto facilita la comunicación sin presionarlos a hablar antes de estar listos.

Combate la desesperanza sobre el futuro.
En lugar de enfocarse en sus defectos, es crucial empoderarlos a través del diálogo, ayudándoles a entender que tienen control sobre su futuro. Elogiar sus fortalezas puede motivarlos a utilizar esas cualidades para avanzar y superar desafíos.

Comparte nuestra propia vulnerabilidad.
Mostrar nuestras debilidades y experiencias puede crear un vínculo de confianza entre los adolescentes y los adultos. Al compartir nuestras luchas, podemos hacer que los adolescentes se sientan más cómodos al abrirse sobre sus propias preocupaciones.

Entender lo que pasa por la mente de un adolescente requiere empatía y apoyo durante esta etapa de transición. Al reconocer los desafíos específicos que enfrentan y ofrecer orientación compasiva, los adultos pueden ayudarlos a navegar por esta etapa crucial del desarrollo.

Durante la adolescencia, los jóvenes enfrentan un cambio significativo al darse cuenta de que el mundo no es tan perfecto como lo percibían en la infancia. Este despertar a una realidad más compleja y a menudo amenazante puede alterar su sentido de seguridad, creando sentimientos de inseguridad. Además de este cambio, los adolescentes también deben lidiar con importantes cuestiones personales como la orientación sexual y la planificación de su futuro académico y profesional; factores que pueden desencadenar ansiedad, depresión y, en casos severos, pensamientos suicidas.

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Cómo apoyar a los adolescentes:

Respeta su tiempo y ofrece alternativas.
En lugar de juzgar su comportamiento, los adultos deben proporcionar espacios y actividades alineados con sus intereses, como ir al cine o salir a comer. Esto facilita la comunicación sin presionarlos a hablar antes de estar listos.

Combate la desesperanza sobre el futuro.
En lugar de enfocarse en sus defectos, es crucial empoderarlos a través del diálogo, ayudándoles a entender que tienen control sobre su futuro. Elogiar sus fortalezas puede motivarlos a utilizar esas cualidades para avanzar y superar desafíos.

Comparte nuestra propia vulnerabilidad.
Mostrar nuestras debilidades y experiencias puede crear un vínculo de confianza entre los adolescentes y los adultos. Al compartir nuestras luchas, podemos hacer que los adolescentes se sientan más cómodos al abrirse sobre sus propias preocupaciones.

Entender lo que pasa por la mente de un adolescente requiere empatía y apoyo durante esta etapa de transición. Al reconocer los desafíos específicos que enfrentan y ofrecer orientación compasiva, los adultos pueden ayudarlos a navegar por esta etapa crucial del desarrollo.

Durante la adolescencia, los jóvenes enfrentan un cambio significativo al darse cuenta de que el mundo no es tan perfecto como lo percibían en la infancia. Este despertar a una realidad más compleja y a menudo amenazante puede alterar su sentido de seguridad, creando sentimientos de inseguridad. Además de este cambio, los adolescentes también deben lidiar con importantes cuestiones personales como la orientación sexual y la planificación de su futuro académico y profesional; factores que pueden desencadenar ansiedad, depresión y, en casos severos, pensamientos suicidas.

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Cómo apoyar a los adolescentes:

Respeta su tiempo y ofrece alternativas.
En lugar de juzgar su comportamiento, los adultos deben proporcionar espacios y actividades alineados con sus intereses, como ir al cine o salir a comer. Esto facilita la comunicación sin presionarlos a hablar antes de estar listos.

Combate la desesperanza sobre el futuro.
En lugar de enfocarse en sus defectos, es crucial empoderarlos a través del diálogo, ayudándoles a entender que tienen control sobre su futuro. Elogiar sus fortalezas puede motivarlos a utilizar esas cualidades para avanzar y superar desafíos.

Comparte nuestra propia vulnerabilidad.
Mostrar nuestras debilidades y experiencias puede crear un vínculo de confianza entre los adolescentes y los adultos. Al compartir nuestras luchas, podemos hacer que los adolescentes se sientan más cómodos al abrirse sobre sus propias preocupaciones.

Entender lo que pasa por la mente de un adolescente requiere empatía y apoyo durante esta etapa de transición. Al reconocer los desafíos específicos que enfrentan y ofrecer orientación compasiva, los adultos pueden ayudarlos a navegar por esta etapa crucial del desarrollo.

Durante la adolescencia, los jóvenes enfrentan un cambio significativo al darse cuenta de que el mundo no es tan perfecto como lo percibían en la infancia. Este despertar a una realidad más compleja y a menudo amenazante puede alterar su sentido de seguridad, creando sentimientos de inseguridad. Además de este cambio, los adolescentes también deben lidiar con importantes cuestiones personales como la orientación sexual y la planificación de su futuro académico y profesional; factores que pueden desencadenar ansiedad, depresión y, en casos severos, pensamientos suicidas.

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Cómo apoyar a los adolescentes:

Respeta su tiempo y ofrece alternativas.
En lugar de juzgar su comportamiento, los adultos deben proporcionar espacios y actividades alineados con sus intereses, como ir al cine o salir a comer. Esto facilita la comunicación sin presionarlos a hablar antes de estar listos.

Combate la desesperanza sobre el futuro.
En lugar de enfocarse en sus defectos, es crucial empoderarlos a través del diálogo, ayudándoles a entender que tienen control sobre su futuro. Elogiar sus fortalezas puede motivarlos a utilizar esas cualidades para avanzar y superar desafíos.

Comparte nuestra propia vulnerabilidad.
Mostrar nuestras debilidades y experiencias puede crear un vínculo de confianza entre los adolescentes y los adultos. Al compartir nuestras luchas, podemos hacer que los adolescentes se sientan más cómodos al abrirse sobre sus propias preocupaciones.

Entender lo que pasa por la mente de un adolescente requiere empatía y apoyo durante esta etapa de transición. Al reconocer los desafíos específicos que enfrentan y ofrecer orientación compasiva, los adultos pueden ayudarlos a navegar por esta etapa crucial del desarrollo.